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Sucesión Empresarial

¿Sabía usted que hay una probabilidad del 35% de que en una empresa de tres socios entre 50 y 60 años de edad uno de ellos fallezca antes de cumplir los 65 años?

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¿Puede identificar a una persona empleada por su organización, cuyo conocimiento, contribución, y conjunto de habilidades es fundamental para su éxito, y cuya inesperada muerte afectaría económicamente a la empresa?

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Una práctica sana de las empresas cuando realizan la planificación estratégica para la continuidad del negocio, consiste en analizar los riesgos que lo amenazan de manera imprevista e irreversible.

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La desaparición repentina de un socio puede ser devastador a nivel emocional, legal, financiero y hasta ético, dadas las disyuntivas que muchas veces se presentan. Especialmente en aquellas empresas que son representadas por personas que contribuyen a que las mismas se mantengan en primera línea, como su fundador o socios con talento y características únicas.

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La pérdida de un socio o de un ejecutivo clave en una empresa, puede llegar a generar una pérdida del valor significativa, e incluso puede ser la causa de la terminación de una compañía. Existen herramientas y productos que permiten una inyección de capital a la empresa para evitar pérdidas, o para facilitar la compra de paquetes accionariales a los herederos no activos en la misma, lo que determina mantener el control y administración.

 

Con la herramienta adecuada, la empresa puede contar con respaldo que protege su solvencia y su permanencia en los momentos en que lo inevitable, ocurre de manera imprevista.

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